Durante la pandemia tome un par de clases en un taller de escritura y salio esto... TALLER 1
Poco recuerdo de cuando apareció, tampoco de quien me la regalo.
Quizás alguna mañana de reyes, con abuelos y tíos.
La intención, seguramente, fue tan habitual y común, como … comprémosle a JM una bicicleta, ya sabe andar sin rueditas
Si, solo una bicicleta, verde, nueva, mediana, quizás un poco grande para mi edad.
En ella aprendi a descubrir el mundo, a traspasar los limites de la casa, e incursionar el barrio, conociendo cada pozo, cada baldosa rota, cruzando las acequias, mirando pasar los arboles a una velocidad de vértigo
Era en San Juan, ahora la recuerdo, en otoño, entre pilón de hojas, que al pisarlas chirreaban resquebrajándose
La verdecita en su andar, también hacia sus llamados de atención, una pinchadura, volante doblado, un freno roto. Ahí aparecía “el Tata”, mi abuelo, quien historia de por medio, ayudaba a revivir al mecánico ser
Ella siempre me esperaba, a veces sucia y semi abandonada. En cada viaje a San Juan vivíamos juntos toda la peripecia del verano… campo o ciudad
Hacer las compras, visitar a los numerosos parientes, las variadas comidas en cada visita
A veces solía convertirse en ruidosa moto, artilugio logrado con bombitas de agua…, otras veces decorada con espejos o cintas de colores
Juro que la verdecita, tenia vida, era mi compañera mi amiga, en ella me sentía seguro, grande, aventurero. Nada me detenía
Pasamos a ser uno, un ser super poderoso. No concebía la vida sin ella. Todo era distinto en cada paseo
Pienso en la verdecita con nostalgia… Para mi que tenia corazón entre sus rayos
Era solo una bicicleta… No!!!!…era la verdecita…
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