Pasan los días, un día mas para mi... Un día menos para el... Su caminar cansado, los mocasines negros arrastrando; la cabeza gacha, la mano temblorosa... Y su acido espíritu de hombre inmortal reforzado por referencias auto generadas
Cuantas historias no contadas residen en el, historias de infancia de provincia , de heroismo y de tristeza. Son esas silenciosas tristezas las que retumban y se amplifican, las que otorgan un bienestar culposo a toda dicha, deseada y buscada. El infinito circulo, rueda entre el deseo, el logro y la posterior culpa. La llave de este dilema lo tienen las mudas palabras no aparecidas, pero tampoco buscadas
Quizá es ahora el oportuno momento de merodear entre tanta historia, gran parte de mi historia... antes que su basamento calle eternamente
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