viernes, 16 de abril de 2010

Era una de esas tardes...

Era una de esas tardes… como todas. El clima calido y parejo se escurría entre las ramas de los sauces, aquellos llamados llorones,¸mientras los álamos danzaban levemente, como abúlicos por el aire liviano q no satisface la ambición de sus pulmones

Era una tarde de esas... en que lo cotidiano de la semana se imponía sobre los esplendoroso de la existencia. Fábricas expulsando torrentes de operarios, edificios que van apagando sus vestigios de vida; autobuses arrebasados, tardías formaciones de trenes partiendo, hombre y mujeres con la apatía de un día menos.

Era una de esas tardes... en las que Juan acostumbraba a vivir cada día de una manera diferente... y eso la convertía en una tarde especial. Todos lo días, el interior de sus anhelos tomaba el control de su mente y de sus manos, para expresar a través de diferentes historias escritas, sus emociones debordantes, que buscan expresión y liberación-

Era una de esas tardes…en que las sensaciones circulaban entre palabras enredadas en ese desorden ordenado

Era una de esas tardes....en que la tarde común... tomaba sentido.